YouTube live realzado el 5 de enero del 2025 con Javier Aragón y Juan Carlos Gómez

El inicio del 2025 nos recibe con una configuración astrológica singular: Venus en Piscis. Este evento, que no ocurría desde hace aproximadamente un año y medio, nos invita a explorar las profundidades de nuestras emociones, valores e ideales, así como a comprender cómo la energía del inconsciente colectivo moldea nuestra experiencia individual.

Venus, el planeta asociado al amor, la belleza y los valores, rige nuestra capacidad de amar, de apreciar la belleza y de establecer relaciones significativas. Al encontrarse en Piscis, el signo mutable de agua, Venus adquiere un carácter receptivo, intuitivo y empático. Piscis, como último signo del zodíaco, representa la disolución del ego y la conexión con la totalidad. Es la casa 12 del horóscopo, asociada al inconsciente, a la espiritualidad y a la disolución de las fronteras.

La importancia de los planetas rocosos

Desde una perspectiva psicológica, podemos comprender la influencia de Venus en Piscis a través de la analogía de los planetas rocosos y gaseosos. Los planetas rocosos, como Venus, Marte, Mercurio y la Tierra, representan la solidez, la estructura y la capacidad de tomar decisiones. En cambio, los planetas gaseosos, como Júpiter y Saturno, simbolizan la expansión, la adaptabilidad y la influencia social.

Cuando Venus se encuentra en un signo de agua como Piscis, existe la tendencia a «delegar» su energía, es decir, a buscar la satisfacción de las necesidades y deseos en el exterior, en lugar de cultivarlos desde el interior. Esto puede llevar a la dependencia emocional, la idealización de las relaciones y la dificultad para establecer límites.

El desafío de la autoestima

La autoestima es un pilar fundamental para el bienestar psicológico y la capacidad de establecer relaciones saludables. En el contexto de Venus en Piscis, la autoestima se convierte en un desafío crucial. La tendencia a la idealización y la búsqueda de la aprobación externa pueden generar inseguridad y dependencia.

Para cultivar una autoestima sólida, es esencial trabajar en los cuatro cuerpos: físico, mental, emocional y energético. Esto implica cuidar la salud física, cultivar la mente, gestionar las emociones y conectar con la espiritualidad. Asimismo, es fundamental negociar con el ego, esa voz interna que nos critica y nos compara con los demás. Aceptar nuestros defectos, no como limitaciones, sino como parte de nuestra historia personal, nos permite construir una autoestima auténtica.

Negociar con el ego

El ego, desde la perspectiva astrológica, puede entenderse como una manifestación de los planetas rocosos en su aspecto más denso. Es la voz de la personalidad que busca la seguridad y la satisfacción a través del control y la comparación. Cuando no somos conscientes de nuestro ego, éste puede sabotear nuestra autoestima y nuestra capacidad de amar.

Negociar con el ego implica reconocer su existencia, escuchar sus demandas y, al mismo tiempo, no permitir que controle nuestras decisiones. Implica encontrar un equilibrio entre la satisfacción de las necesidades personales y la consideración por las necesidades de los demás.

Venus en Piscis y el inconsciente colectivo

Al estar Venus en Piscis, nos volvemos más permeables a las energías del inconsciente colectivo. Esto puede ser una fuente de inspiración y creatividad, pero también puede llevarnos a la confusión y la idealización. Las imágenes colectivas sobre el amor romántico, por ejemplo, pueden distorsionar nuestra percepción de las relaciones y generar expectativas poco realistas.

Para navegar las aguas del inconsciente colectivo con sabiduría, es esencial cultivar la responsabilidad y el discernimiento. Reconocer nuestra propia energía, nuestros deseos y nuestras necesidades, nos permite establecer límites y evitar perdernos en la idealización.

La importancia de la intención

La intención es una fuerza poderosa que puede moldear nuestra realidad. Cuando Venus se encuentra en Piscis, la intención adquiere una dimensión mágica. Sin embargo, es importante distinguir entre la intención y la atención. La intención es la semilla que plantamos, mientras que la atención es el cuidado que le damos.

Si nos aferramos a la atención, si nos obsesionamos con el resultado, podemos bloquear la energía y evitar que la semilla germine. Soltar, confiar en el universo y permitir que la vida siga su curso es esencial para manifestar nuestros deseos.

El interés como motor de vida

El interés, a menudo malinterpretado, es una fuerza vital que nos impulsa a crecer y a conectar con los demás. Cuando nos interesamos por algo o alguien, invertimos nuestra energía y nuestro tiempo, lo cual genera un intercambio que enriquece a ambas partes.

Negar el interés, por miedo a parecer egoístas o materialistas, nos limita y nos impide disfrutar de la vida en su plenitud. Reconocer y aceptar nuestro interés, tanto en el ámbito material como en el emocional, nos permite construir relaciones más auténticas y satisfactorias.

El amor romántico: un mito que nos desvela

La influencia de Venus en Piscis se hace especialmente palpable en el ámbito del amor romántico. Piscis, regido por Neptuno, el planeta de los sueños y las ilusiones, tiende a idealizar el amor y a proyectar expectativas poco realistas en la pareja. Esto puede llevar a la decepción, la frustración e incluso al sufrimiento.

Desde la psicología, el «mito del amor romántico» se refiere a un conjunto de creencias y expectativas idealizadas sobre el amor, alimentadas por la cultura, la literatura y el cine. Estas creencias, que a menudo se basan en la idea de una media naranja o un alma gemela, nos llevan a buscar la completitud en la pareja, en lugar de encontrarla en nosotros mismos.

Cuando Venus transita por Piscis, es crucial ser conscientes de estas tendencias idealizadoras y cultivar una visión más realista del amor. El amor auténtico no se basa en la perfección, sino en la aceptación, el respeto y la compasión. Implica reconocer las diferencias, negociar las necesidades y construir un espacio compartido donde ambos miembros de la pareja puedan crecer y desarrollarse.

Conectar con la realidad: un antídoto contra la desilusión

La energía de Piscis, si bien es rica en intuición y sensibilidad, también puede llevarnos a la evasión y la desconexión de la realidad. En el contexto de Venus en Piscis, es fundamental cultivar la capacidad de conectar con el presente, con las sensaciones corporales y con las necesidades reales.

Practicar la atención plena (mindfulness), la meditación o el yoga puede ser de gran ayuda para anclarnos en el presente y evitar perdernos en la fantasía. Asimismo, es importante prestar atención a las señales que nos envía el cuerpo, ya que éste nos informa sobre nuestras necesidades y límites.

La riqueza del alma: un tesoro por descubrir

En última instancia, Venus en Piscis nos invita a conectar con la riqueza de nuestra alma, con esa dimensión profunda e intangible que nos conecta con la totalidad. Más allá de las relaciones románticas, Venus en Piscis nos recuerda la importancia del amor universal, la compasión y la empatía.

Cultivar la espiritualidad, a través de la meditación, la oración o la conexión con la naturaleza, nos permite acceder a esta dimensión profunda de nuestro ser y encontrar la paz interior. Asimismo, expresar nuestra creatividad, a través del arte, la música o la escritura, nos permite canalizar la energía de Venus en Piscis de forma constructiva y enriquecedora.

Recomendaciones para navegar la energía de Venus en Piscis

Para aprovechar al máximo la energía de Venus en Piscis y evitar sus posibles trampas, es recomendable:

  • Aterrizar la energía: Cultivar prácticas que nos ayuden a conectar con la realidad, como la atención plena, el ejercicio físico o el contacto con la naturaleza.
  • Construir anclajes: Establecer rutinas y hábitos que nos proporcionen estructura y seguridad.
  • Reconocer la propia energía: Tomar conciencia de nuestras necesidades, deseos y límites.
  • Evitar la idealización: Cultivar una visión realista del amor y las relaciones.
  • Expresar la creatividad: Encontrar canales para expresar la energía de Piscis a través del arte, la música o la escritura.
  • Conectar con la espiritualidad: Dedicar tiempo a la meditación, la oración o la conexión con la naturaleza.

En conclusión, Venus en Piscis nos ofrece una oportunidad única para explorar las profundidades de nuestro ser y conectar con la energía del amor universal. Si somos conscientes de las posibles trampas y cultivamos la responsabilidad, la autenticidad y la conexión con la realidad, podremos navegar esta energía con sabiduría y transformar nuestras relaciones y nuestra vida en un camino de crecimiento y plenitud.

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