Una de las preguntas que nos hacemos permanentemente cuando estamos en una relación afectiva, es la de cómo estar cerca de otro sin perder contacto con la propia identidad, sin perderse a sí mismo; cómo comprometerse con la pareja o un amigo sin dejar de ser fiel a sí mismo, tener espacios para compartir y espacios personales.
En términos de nuestro mandala astrológico la LUNA, VENUS Y NEPTUNO nos invitan a relacionarnos, a la unión, la intimidad, la proximidad, la fusión, y el deseo de perdernos en otra persona. En cambio, SOL, MARTE Y URANO nos invitan a la autonomía, el espacio, la libertad, la distancia y la individualidad.
Como sabemos que estos actores internos están siempre presentes, por lo general ocurre que nos sintamos en conflicto y que fluctuemos entre un aspecto y el otro, una parte nuestra buscara espacios de libertad y otra de cercanía e intimidad.