Es curioso que los médicos sigan el juramento hipocrático y se olvide ante la historia que antes de médico él era astrólogo.
Aquí el juramento que dejó Hipocrates para nosotros los astrólogos:
«No practicaré la adivinación ni la predicción para satisfacer los mórbidos anhelos de los curiosos, ni buscaré asombrar, ni jugar con la credibilidad ajena, sino que satisfaré consultas sólo a quienes tengan un problema sobre el cual saben que necesitan ayuda, buscándola ansiosamente.
En lugar de adelantar un pronóstico, me esforzaré para instalar el pensamiento recto que contribuya a evitar o mitigar una condición desfavorable que vea en una actividad; interpretándola en términos de influencias más bien que de sucesos y enseñando, en todo momento una filosofía de libre albedrío y autocontrol emocional que sea antítesis de fatalismo y predestinación implacable. No daré a persona alguna consejo que contribuya a perjudicar a otra o aprovecharse injustamente de ella.
Jamás efectuaré manifestación ni interferencia alguna que vaya en demérito de otro astrólogo, salvo que éste me llame a consulta.
No cejaré jamás en mis esfuerzos para acrecentar mi conocimiento científico para enseñarlo a quienes juzgue dignos de seguir mis huellas y consagrar mis energías sin regateo al mejoramiento de la comprensión humana y a las relaciones personales en servicio de la Humanidad y de la sociedad
Quiera el Creador que colocó a los planetas en sus órbitas como medios de guía de los destinos del hombre, preservarme y sostenerme en proporción a la fidelidad con que yo cumpla las leyes que se me ordenó enseñar.»
Hipócrates (460-377 a.C.)