YouTube live realizado el 18 de diciembre 2024 con la dra en Filosofía Florencia Abadi y el psicólogo Juan Carlos Gómez
El concepto del amor, tan central en la experiencia humana, se revela complejo y multifacético al examinarlo con detenimiento. En la tradición occidental, encontramos tres pilares fundamentales que lo sustentan: Eros, Filia y Ágape. Si bien todos ellos se refieren al amor, cada uno encierra matices y características propias que es crucial distinguir.
Filia: Proveniente del griego antiguo, este término se asocia al amor amistoso, a la alianza afectiva entre compañeros, cómplices, aliados. Es el amor que se basa en la paridad, en el apoyo mutuo y la colaboración. En la amistad, encontramos un claro ejemplo de Filia, donde la confianza y el compañerismo son esenciales.
Ágape: Este concepto, proveniente de la tradición cristiana, introduce una novedad radical: el amor como compasión y cuidado desinteresado por el otro. A diferencia de la Filia, el Ágape es asimétrico, pues implica la protección y el cuidado de alguien que se encuentra en una posición de vulnerabilidad. Es el amor que se entrega sin esperar nada a cambio, como el de una madre por su hijo o el de un Dios piadoso por sus creyentes.
Eros: Tradicionalmente traducido como «amor erótico», este concepto encierra la pasión, el deseo y la intensidad. Sin embargo, esta traducción puede generar confusiones, ya que Eros se basa en la rivalidad, en la búsqueda de un objeto de deseo que a menudo está en disputa. El deseo erótico, como lo explica René Girard en «Mentira romántica y verdad novelesca», se alimenta de la mediación, de la presencia de un tercero que señala y disputa el objeto deseado. Es un amor que se caracteriza por la inestabilidad, la incertidumbre y la falta, como lo simbolizan las alas de Cupido y su naturaleza volátil.
Es importante destacar que estos tres conceptos no son necesariamente compatibles entre sí. De hecho, pueden generar tensiones y contradicciones en nuestra experiencia amorosa. El amor como alianza (Filia) y el amor como cuidado (Ágape) se contraponen a la rivalidad inherente a Eros. Amar, en el sentido de Filia y Ágape, puede implicar renunciar al deseo, mientras que entregarse a la pasión erótica puede dañar los lazos de amistad y cuidado.
La etimología nos ofrece pistas adicionales para comprender la complejidad del amor. Recordar, del latín «re-cordis», nos remite al corazón, al centro de nuestras emociones y afectos. El amor, en su dimensión de Filia y Ágape, se nutre de la memoria, de la continuidad y la confianza. Por otro lado, Eros, asociado al deseo y la pasión, se caracteriza por la discontinuidad, el olvido y la inestabilidad.
El mito de Narciso ilustra la tensión entre Eros y el amor propio. Narciso, fascinado por su propia imagen, rechaza el deseo y la posibilidad de conectar con otros, lo que lo lleva a la muerte. Este mito nos advierte sobre los peligros de quedar atrapados por la imagen utópica y la necesidad de aceptar la falta y la vulnerabilidad para poder amar y ser amados.
Otros mitos, como el de Adán y Eva, Pandora y Barba Azul, nos muestran la importancia de la curiosidad y la «crueldad» en el sentido de la búsqueda de la verdad y el crecimiento personal. La curiosidad, aunque pueda ser dolorosa, es el motor que nos impulsa a avanzar y a salir del estancamiento.
El papel de la curiosidad en el mito de Eros y Psique:
Psique, incitada por la curiosidad y la desconfianza sembrada por sus hermanas, decide desobedecer la prohibición de Eros de mirarlo a la cara. Al encender la lámpara de aceite para verlo mientras duerme, descubre que su misterioso amante es el mismísimo dios Eros. Este acto de curiosidad tiene consecuencias:
- Pérdida del paraíso: Psique es expulsada del palacio donde vivía con Eros, similar a la expulsión de Adán y Eva del Edén.
- Consecuencias dolorosas: Una gota de aceite caliente cae sobre Eros, despertándolo y haciéndolo huir. Psique se ve obligada a emprender un viaje difícil para recuperarlo.
El acto de curiosidad de Psique, aunque trae sufrimiento, también la impulsa a descubrir su verdadero destino. Para recuperar a Eros, se enfrenta a pruebas impuestas por Afrodita, demostrando su valentía y determinación.
En este sentido, la curiosidad de Psique, aunque «cruel» en sus consecuencias inmediatas, la lleva a un proceso de transformación y crecimiento personal. Al final, Psique «encuentra su destino» al unirse a Eros y alcanzar la inmortalidad.
En el contexto de la conversación entre Juan Carlos y Florencia Abad, el mito de Eros y Psique ilustra la complejidad de la curiosidad:
- Es una fuerza poderosa: Puede llevar tanto al conocimiento como al sufrimiento.
- Es necesaria para el crecimiento: Aunque implique enfrentar la incertidumbre y el dolor.
- Nos conecta con nuestro destino: A través de la curiosidad, podemos descubrir quiénes somos realmente.
El mito de Ariadna y Teseo
Ariadna, hija del rey Minos de Creta, se enamora de Teseo, quien llega a la isla para enfrentarse al Minotauro en el laberinto. Ariadna le entrega un hilo (el famoso «hilo de Ariadna») que le permite a Teseo encontrar la salida del laberinto tras vencer a la bestia. Sin embargo, Teseo la abandona en la isla de Naxos mientras duerme.
- El hilo de Ariadna como símbolo del amor: El hilo representa el amor de Ariadna por Teseo, un amor que busca la unión, la guía y la protección. Se asocia con la memoria, la continuidad y la estabilidad, elementos propios del amor.
- Teseo como símbolo del deseo: Teseo, tras cumplir su objetivo, abandona a Ariadna, impulsado por el deseo de seguir adelante y explorar nuevas posibilidades. Representa la inconstancia, la transformación y la búsqueda de nuevas experiencias, características del Eros.
- La transmisión de la virilidad: Florencia Abad destaca que el mito subvierte la idea de que la virilidad se transmite solo entre hombres. Es Ariadna, una mujer, quien le da a Teseo la herramienta (el hilo) que le permite convertirse en héroe.
- El abandono y la isla de Naxos: La isla de Naxos simboliza el desamparo y la desprotección que a veces acompañan al amor y al deseo. Es un lugar de transformación donde el individuo se ve obligado a enfrentarse a sí mismo.
- La memoria y el olvido: El mito también plantea la importancia de la memoria en la construcción de la identidad. Teseo, al olvidar a Ariadna, olvida también parte de sí mismo y de su historia.
En resumen, el análisis del mito de Ariadna y Teseo en la conversación permite comprender la tensión entre el amor y el deseo, el rol de la memoria y la importancia de la transformación personal.
¿Qué es un oxímoron?
Un oxímoron es una figura retórica que combina dos términos contradictorios en una sola expresión. Ejemplos clásicos son: «silencio ensordecedor», «dulce tormento», «hielo abrasador». La combinación de opuestos genera una paradoja que invita a la reflexión.
¿Por qué «amor erótico» es un oxímoron?
En la conversación, se establece que el amor (en su sentido de Filia y Ágape) busca la estabilidad, la confianza y la permanencia. El Eros, en cambio, se asocia a la inestabilidad, la incertidumbre y la transformación.
Entonces, «amor erótico» combina la búsqueda de unión y estabilidad del amor con la fuerza transformadora y a veces conflictiva del Eros.
Implicaciones del oxímoron «amor erótico»
- Tensión inevitable: Reconoce que en las relaciones amorosas existe una tensión inherente entre la estabilidad y el cambio, la seguridad y la incertidumbre.
- Complejidad del amor: El amor no es un estado estático, sino un proceso dinámico que integra opuestos.
- Aceptación de la paradoja: Para vivir el amor erótico plenamente, hay que aceptar la contradicción y la ambigüedad como parte de la experiencia.
Describe como «un tango» donde el amor y el Eros se turnan el paso. No se trata de eliminar la tensión, sino de bailar con ella.
En resumen, el oxímoron «amor erótico» nos invita a reflexionar sobre la complejidad del amor y a aceptar la contradicción como parte esencial de la experiencia humana.
En conclusión, el amor es un entramado complejo que se teje con hilos de amistad, cuidado, pasión y deseo. Comprender las diferentes dimensiones del amor, sus tensiones y contradicciones, nos permite navegar con mayor sabiduría por las aguas turbulentas de las relaciones humanas. Aprender a equilibrar la Filia, el Ágape y el Eros, a aceptar la curiosidad y la «crueldad» como parte del camino, es esencial para vivir una vida plena y significativa.